Rabia, rabiña...

No ganamos para sustos. La Ciudad de Referencia no necesita ni radio ni televisión local para que salga en los noticiarios que desde los medios locales, jamás hemos oído hablar ni ver, les niegan la difusión de tales noticias.

¿Para qué gastarnos ese dinero público si otros se encargan de hacer pública las hazañas de los que dicen llamarse arroyanos, y sus vivencias por las comarcas limítrofes?

Ayer era noticia, en un medio regional, cuasi serio, de la detención de diez personas, entre las cuáles se encontraban algunos arroyanos, ‘cuando presuntamente sustraían piñas del interior de una explotación agraria en el paraje 'La Solana' de Bienvenida’.

Los hechos habían sucedido en las dos últimas semanas, pero no se sabe si iban juntos, arroyanos y palomeños, o separados, para hacer sus fechorías; eso sí, en varios turnos hacían los robos.

¡Y mira que las piñas son duras de roer!

La Guardia Civil coge a los mangantes con sacos llenos de piña, en una propiedad privada, que las acababan de recolectar, y les respetan la presunción de inocencia a los cacos. ¡Cogiéndolos con las manos en la masa! En otras épocas les cortaban una mano a los ladrones. Y la nariz a los mentirosos.

Como digo, nuestros medios de comunicación locales, sólo sirven para emitir anuncios musicales; o cuando sale Don Maduro para contarnos todo lo que nos quiera contar; o emitir ‘dale que te pego’,  una y otra vez, los pases de carnaval, partidos de fútbol; y dentro de poco, ancestrales procesiones de Semana Santa.

Las noticias, las verdaderas noticias como la de la sanción por la radio local ilegal, que no lo sepa el pueblo. Todo calladito.