La revuelta, pido disculpas

Queridos amigos, todos nos quedamos en la anhelada llegada de El Tripero Nius en este comienzo del año. Pero esto parece que no va a ser posible, y me imagino por qué no va a ser posible, como todos habéis podido llegar a oír en todos los rincones en dónde se cuecen habas de este tipo.

Estas Navidades han dado para mucho, y no porque con la crisis hubiera demasiado, sino que hay gente en que se empecina en que sea el pueblo, el que deba sufrir sus embestidas.

Un amigo de este blog, ha tenido a bien en mandarme unos documentos que le han llegado, y no le he preguntado cómo, pero que le han llegado.

El tema es sobre la Cabalgata de los Reyes, que son muy republicanos, pero quieren ser en ese día los más monárquicos.

Tiempo ha, no todas las empresas de nuestro pueblo recibieron una invitación del ayuntamiento para participar en la mencionada cabalgata, haciendo las aportaciones que desearan de este dulce alimento, que es el rey de la fiesta, el caramelo.

Como no se publicitan en la Cabalgata las aportaciones de los mismos, ni se relacionan las empresas aportadoras, cabrá decir que, para que lo tiren ellos (ayuntamiento) éstos se los darán gratis a sus clientes.

Pero está la mayor empresa de nuestro pueblo, es decir, la cooperativa de Ntra. Sra. de Perales que quería hacer una gran aportación de caramelos, participando con una carroza en la cabalgata.

¿Me seguís? Bien.

El encargado del ayuntamiento para este menester de la cabalgata, se puso en contacto con el presidente de la misma, para ver en qué habían quedado, diciéndole éste que querían tirar un montón de caramelos desde su cabalgata. Pero rápidamente se puso en contacto la persona en cuestión (omito nombre para evitar que me ocurra algo ☺) y dijo que ‘de eso nada, que no se le ocurrieran tirar caramelos’.

El presidente le contestó que así tirarían muchos más caramelos, pues se sumarían a la aportación que tenía el ayuntamiento, siendo los niños de nuestro pueblo los que más se iban a alegrar. Y algunos abueletes.

La cooperativa iba a aportar 200 kilos de caramelos, cantidad nada despreciable en los tiempos que corren.

El presidente, que hoy estoy a su lado en este comentario, le dijo que se repartieran los 200 kilos de caramelo entre las carrozas participantes, siendo la suya una más de entre todas, y así se repartirían muchos más.

El presidente habló con el alcalde sobre el tema, dándole éste la razón, pero que no podía quitarle la razón a la persona en cuestión (omito nombre para evitar que me ocurra algo ☺).

Le encomendó a que fuera a solicitarle al encargado del ayuntamiento para estos menesteres, persona omitida en varios blogs, las normas que existen para las cabalgatas de reyes (en minúsculas, por lo del Urdangarín).

Y en las normas existentes, no especificaba nada sobre los caramelos, como bien podréis comprobar en las siguientes fotos:

Rápidamente, la persona en cuestión (omito nombre para evitar que me ocurra algo ☺) convocó una reunión con los representantes de las carrozas de la pasada cabalgata, para dilucidar qué hacer con este presidente.

Tras la reunión, y todo según me comenta mi interlocutor, se reúne con el ‘chico para todo’ y con ‘la persona encargada para estos menesteres’ la persona en cuestión (omito nombre para evitar que me ocurra algo ☺) para cambiar y hacer nuevas normas con las que poder expulsar la carroza de la cooperativa, como bien podéis ver en estas dos fotos:

El representante de la cooperativa, es decir, su presidente, devuelve los 200 kilos de caramelos en dónde los compró (y menos mal que les son aceptados por un buen chaval que vende los caramelos en nuestro pueblo) y así evita que a los señores socios de la mencionada cooperativa se les caigan los dientes.

Eso es lo ocurrido en la pasada cabalgata, la persona en cuestión (omito nombre para evitar que me ocurra algo ☺) es el yo, mí, me, conmigo. El pueblo es otra historia. La democracia que destila, es la que todos vemos.

Lo demás, todos lo vimos, todo lo vemos.

Y hay mucho más…